Barratuadena,
el señor/ra Covid-19, que no de años, se ha dignado a darnos un respiro de
confinamiento y salimos escopeteados a realizar una de las actividades más
asequibles en estos momentos de incertidumbre. Un paseo corto por costa, donde
no haya gente, con visita a una cavidad de cierto encanto e interés como es
habitual.
En verdad que para la juventud
jovencita no se recomienda, por lo que, se quedarán esperándonos. Las mujeres,
cual jabatas, sí deciden exponer sus lindos cuerpos al peligro para ver,
observar y disfrutar de tal proeza y gruta.