Prospeccionamos
zona no visitada de la sala del Barro, de la cova de sa Campana. Ésta la encontramos a la izquierda a
medida que descendemos. Al llegar a la zona de las esculturas de barro nos
tiramos hacia la izquierda. La zona presenta un suelo lleno de barro, las botas
reciben un chute de ventosidad y no hay manera de despegarlas del suelo. Con
esfuerzo vamos superando este esfuerzo y contratiempo. Aprovechamos para
subirnos a un enorme bloque rectangular y puntiagudo, como la proa del Titanic.
La sorpresa es mayúscula al comprobar que sobre ella hay más barro. Concretamente
15 cm de
espesor de barro cuarteado. El techo esta bajo, por lo que podemos apreciar
bien de cerca las formaciones blanco virginales que penden de ellas. Excéntricas
revolucionarias y extravagantes se nos presentan ante nuestra fisonomía
perpleja.
Ante nuestro, un obstáculo casi insorteable.
Apenas hay acceso para continuar. El techo bajo y el suelo deforme y abrupto
con pocetes, nos pone a prueba. La inclinación del terreno también es
fastidiosa. Un resbalón, un agarre que se rompa o un desprendimiento... y la
tenemos liada. Vicente lo intenta y con esfuerzo lo consigue. Pilarika, no lo
ve claro y prefiere quedarse a retaguardia. Yo me las deseo, si no es por Vicente
tampoco paso. Viendo la dirección que toma esta parte de la sala y tirando
hacia arriba, Pilar propone subirse hasta el caballito y mandarnos un az de
luz, por si se comunicase el asunto. Su buena idea, hace posible que sigamos
explorando esta área de gran inclinación e inestable.
Encontramos en su extremo, un pozo de
una decena de metros, de corte casi perfecto, cuadrado. todo está bañado de
barro. Aparece la luz de Pilar. con
mucho tiento y de rodillas, voy hacia ella. Sorteando alguna que otra dificultad
por el precario estado del tema. Una vez listo, decidimos ascender y explorar
la galería 73.
La galería 73 es una vía paralela a la
rampa del Tres. Bien es cierto que no tienen ninguna apariencia. Ambas
comienzan en la sala Gracia y termina en el mismo punto, en la Sala Bonica. La
rampa dels Tres, es una magnífica galería de tamaño considerable, dominada por
una enorme colada en la cabecera y seguida de otras tantas por las cual se
desciende. La galería 73, es un completo caos de piedras y bloques, de fuerte
inclinación, entre los 40º y 50º.
Ya intentamos en su día bajarla por la
sala Gracia, pero el agujero es tan pequeño e incómodo que no hubo manera.
Ahora estamos ascendiendo por ella. Tenemos que hacer virigerías para sortear
los bloques. son tan amenazantes que no nos sentimos seguros. el caos es
tremendo. Primero vamos por la derecha, no se puede si no quieres jugártela.
Intentamos por el centro, pocetes, saltos... tampoco por aquí. Intentamos por
la izquierda. Vale, todo bien. Pasamos por debajo de un pedrusco, luego por
entre un agujero que da
"yu-yu", escalamos rampa colada patinadora. Atravesamos columnitas para
otras salas. Seguimos subiendo. encontramos la otra boca. Cojonudo. Hacerlo sin
cuerda, se puede. Exponerte... no vale la pena. Descendemos unos metros y
observamos un agujero. Caray, un pozo no catalogado. Caray, jodida la cosa.
Caray, lo conseguimos, ya está fichado. Seguimos prospeccionando hacia la
derecha. Pilar y Vicente escalan por un colada parietal que da cosa verlos. Yo estoy
agüitonado. Me ayudan a subir. Vista espectacular: Banderolas que no te puedes
imaginar de grandes y aquí escondidas. Un gourg impresionante cargadito de agua
y múltiple formaciones estalagmíticas de todos los colores.
Ya no hay más que ver. Es hora de
regresar. Bajamos con mucho cuidado hasta la Sala Bonica, nos ponemos el equipo
de progresión y a remontar la sala dels Tres y para la calle. Otro día más
fructuoso. Otro día más regresando a casa a las tantas... Pero, qué no es
bonito esto.
PARA VER TODAS LAS FOTOS PINCHA AQUÍ