Techo sa
Fosca
Hace un tiempo prometí que
realizaríamos el recorrido completo del Techo de sa Fosca, no sólo bajar y
subir por la misma pared, me refiero a descender por una de ellas, tocar Techo
y remontar por la de en frente, en éste caso por el pas de “la maroma”, dando
cerca del Cingle des Niu des Voltor.
Así pues, en le día de hoy, que promete
caluroso, siete sujetos nos atrevemos a ésta excursión algo más que delicada,
la cual requiere experiencia en especial en escalada, ya que el remonte es
complicado y bastante expuesto al vacío, no apta para principiantes en este
tipo de actividades. La de hoy reúne condición física y conocimiento en
descenso con elemento bastante técnico y mucho sentido común.
Tiempo atrás ya estuve por aquí con
Marcos y César, llegamos hasta el último descenso de unos 35m, que da al techo
de sa Fosca. El propósito era que César, que se la sabe más que bien, nos
enseñase el camino. Hoy es el líder de esta expedición.
Así que, una vez dejado el vehículo en
el Nudo de sa Corbata, que es por donde terminaremos la odisea, bajamos dirección Pas des Duro. En
la explanada tiramos a la derecha y al llegar a una encina a ras de pared
encontramos la espléndida labor de los de antaño en la construcción de senderos
y caminos de piedra sobre paredes que te preguntas ¿pero cómo hicieron eso por
aquí? Al llegar a lo alto vemos por donde hay que bajar, entre roca lapiaz y
carrizo en abundancia, le vamos dando a las piernas.
Todo el personal queda obnibulado al tener enfrente
semejante paisaje cárstico y esa pared de s´Entreforc. Llegamos al primer
rapel, César baja de primero, a posteriori lo hace Rafa Arazola, Nando Vera,
Pilar García, Rafa González, Antº José Tarazaga y de último, como casi de
costumbre yo, Rafael Minguillón. A poco el segundo, ambos unos 20mts. Después
seguimos por entre el bosque dando a una cueva y un poco más bajo, el temido
salto de 35mts en volado. Acojona un poco, te ves descender a un suelo nada
regular, terminas en precario sobre una gran roca, pero lo mejor es seguir
bajando unos metros y llegar a tierra firme, si se puede decir así, para estar
más cómodo.
Estado de la maroma |
Exploramos el terreno, dando con cosas
curiosas y posibles pasos nuevos. Comemos y al poco... el arduo, tedioso y
tortuoso ascenso, escalando por entre la roca lapiaz, cortante y desafiante,
guiándonos por la maroma. La mochila hace estragos, con lo que me pesa. Pilar,
la única fémina, esta hecha una jabata, sube que te sube sin problemas,
aceptando el reto que nos depara esta pared hasta lo alto.
Llegados a la cresta sudadísimos sólo
nos queda recorrer la vaguada hasta el nudo de la corbata, una hora de pateo
bajo un sol de justicia. Pero ahí, en el bareto..... refresco para uno y
cervecitas...varias... para otros.