15 septiembre
2012 sábado
Como cual jabatos, entre la espesura
del carrizo y espinos tan altos como nosotros, los cuerpos se van curtiendo de
arañazos, estiramientos de piel en brazos, cara y piernas, con una inclinación
nada envidiable de las grandes azañas de conquista en picos de gran altitud,
cargados como mulas y apenas visible de por donde pisamos y sorteando
obstáculos, vamos ascendiendo a la cima de nuestro propósito, coll de
Fartàritx.
Una hora y media después de sufrir en
demasía la dura subida, sintiendo el dolor que produce el sudor penetrando en
las heridas de “guerra”, nos queda recorrer el prado y dirigirnos al inicio del
torrente. Caemos en error de bajar por el primer curso que encontramos, nos
ponemos el equipo de descenso y comemos.
Josemi con Paco inician la instalación, en eso, que cuando me doy cuenta...
–Eh, que este no es el Salt del Molinet, no lo recuerdo de ésta manera, era más
espectacular, y esto es muy frondoso y nada llamativo. –¿Entonces qué hacemos?.
–Desinstalar o bajar un poco, mientras yo retorno y me voy más hacia la finca,
que ahí seguro es el torrente.
-Ya, ¿cómo el sendero de subida, no?,
-Joe... que hace más de 20 años que no lo hago, pero me acuerdo bien de cómo es
el torrente, ahora regreso.
Dicho y hecho, en pocos minutos vuelvo
y comunico la nueva buena. –Señores, recoger que es aquí atrás. –Ok, redigo a
Paco que ascienda, que bajó a mirar un poco mientras tu ibas a explorar. –dice
Josemi.
Una vez arriba, los cinco; Josemi,
Pilar, Paco, Félix Soto y un servidor, Rafael, remontamos unos metros y damos
con el cauce.
-¡Ala, qué pasada!.-¡Fantástico!.
Exclamaciones varias, normal, pozas, toboganes nos dan la bienvenida hasta el
risco. Aquí, ya impresiona más que el otro.
Paco y Josemi, instalan, seguida de
Pilar, que es una mujer de armas tomar, no sé quejó en la durísima subida, ni
ahora le da “yu-yu”, ni ná. A Félix ya es otra cosa, je je le da más respeto. Pero con buen hacer... Rapiditos
terminamos lo que vinimos a hacer.
El salt del Molinet, tiene 4 saltos
importantes (la cascada propiamente dicha), el primero de unos 25 metros , dando a una
poza con un pasamano, más que nada de seguridad para los que esperan turno. Los
tres saltos posteriores tienen un rápel de aprox. 40m. entre el segundo y tercero,
hay dos reuniones, a unos diez metros uno del otro, la primera, estrecha y para
dos torrentistas, la segunda, algo más amplia y con una cuerda-cable de guía,
ambos a la izquierda según se desciende, con péndulo incluido para llegar a
ellas. Por lo general se recomienda llegar a la segunda reunión. Una vez
superado el tercer salto, damos a una gran poza, sin problemas de espacio. Y el
último, también de unos 40
metros , da por terminado el descenso de ésta gran
cascada.
A partir de aquí, resaltes y tres rápels
de una decena de metros. Los dos primeros evitables. Ya sólo nos queda seguir
el cauce del torrente. Al llanear, a la izquierda seguimos el sendero y camino
que nos lleva a pasar por una propiedad privada, pero que el paso es permitido.
Saliendo al camino por el cual pasamos
ésta mañana, es la finca “Villa Pascal”.
Material: 2 cuerdas de 60mts