9 agosto 2013 viernes
TEMPESTAD BAJO EL
MAR y ATAQUE DE MEDUSAS
Por Rafael Minguillón Forteza.
La mar está revuelta. Todo lo que encontramos bajo el agua se mueve como un torbellino y apenas se puede ver algo. La vida animal es poco visible. Me paseo por una cueva con varias entradas y agujeros. Lo más destacable, me sorprende en un momento de máxima tensión, encima de mi cabeza hay varias toberas, y veo cómo entra el agua a presión empujándola hacia abajo, la estampa es maravillosa, pero a la vez sobrecogedora. Me fastidia que con tanto meneo las fotos salgan movidas. Sigo la incursión por la cavidad hasta llegar a su interior. Estoy en una sala abovedada y con una curiosa playita. Aparentemente el agua está en calma. Veo gambas refugiándose como pueden ante mi presencia.
La mar está revuelta. Todo lo que encontramos bajo el agua se mueve como un torbellino y apenas se puede ver algo. La vida animal es poco visible. Me paseo por una cueva con varias entradas y agujeros. Lo más destacable, me sorprende en un momento de máxima tensión, encima de mi cabeza hay varias toberas, y veo cómo entra el agua a presión empujándola hacia abajo, la estampa es maravillosa, pero a la vez sobrecogedora. Me fastidia que con tanto meneo las fotos salgan movidas. Sigo la incursión por la cavidad hasta llegar a su interior. Estoy en una sala abovedada y con una curiosa playita. Aparentemente el agua está en calma. Veo gambas refugiándose como pueden ante mi presencia.
Continúo con la inmersión. Sigo
"bailando" de un lado para otro entre algas y pececitos, que
curiosamente se me pegan a la máscara cotilleando. Ah, al fin veo lo que quería
ver; la morena. La encuentro entre los agujeros de una marquesina. Procuro no
iluminarla directamente con el foco, es tal la potencia del haz de luz, que la
molesta. No tiene mucho donde esconderse y me mantengo a distancia para que
pueda irse y... en ese momento "Flax". -Cachis. No es el día propicio
para fotos, pero por lo menos a pasado frente mío y me ha dejado ver su
envergadura de casi un metro de largo ¡qué pasada!.
Veo una cruz de difunto. Intento
hacerme una foto, pero es harto difícil con este vaivén marino. Lo menos
atractivo de hoy son las medusas. Hay a patadas y casi por todos lados. Una me
picó en el pecho. El dolor es soportable, pero la marca que me dejó.... parece
una pelotada de tenis.
Ataque de una medusa, su huella impresa en mi. |