13 julio
2013 sábado
Cova des
Coloms, Cala Falcó
Por Rafael Minguillón Forteza.
rLes hace ilusión acceder a la cova des
Coloms, en Cala Falcó, en rappel. La práctica más habitual suele ser nadando
desde la cala. Nos juntamos un buen puñadito de amigos y familia. Al llegar a
la cala nos dirigimos a la parte de la cueva, donde el acantilado tiene unos 30 m de altura. Aquí nos
preparamos con los utensilios de espeleo. Afortunadamente el día está
encapotado, por lo que no nos achicharramos con los neoprenos, la mar está
calma total, con un color verde turquesa y cristalina, hay gente nadando bajo
nuestro, que ante la cuerda colgando, “flipan” con lo que ven.
Preparo doble instalación, me quedo en una
de ellas, mientras, uno tras otro, van acercándose al precipicio y realizan el
fraccionamiento, voy controlando a los menos avezados. Félix Soto de primero,
pero se lo piensa mejor y lo hace Rafa González, una vez éste en el agua, Soto
se atreve y tira para abajo. El valiente de su hijo Marc, de 12 años, visto y
no visto.
Turno de Pilarika , que le mola mazo con el paisaje que la rodea, ahí colgada de una cuerda a20 m del mar. Turno de Dolors,
que por ser novatilla, lo hace estupendamente. Y por último Félix Gutiérrez y
yo bajamos en paralelo. Todo perfecto y todos contentos. Una vez en el agua
iniciamos el acercamiento a la boca de la cavidad, pequeña y con un sifón
cuando hay marea alta o bien cuando está movida, hoy está calma chicha. Todo
está cubierto de algas con su olor inconfundible, da un poco de cosa, pero nada
más, una vez dentro estamos ante una gran sala alta y llena de formaciones, con
arena bajo nuestros pies. Accediendo por un caos de bloques, damos a otra sala
con una pequeña playa de arena y una estalagmita enorme en el centro, el agua
está fría de narices.
Turno de Pilarika , que le mola mazo con el paisaje que la rodea, ahí colgada de una cuerda a
De ahí continuamos dando a otro lago mucho
más grande, más profundo y helado. Sus niveles freáticos son visibles desde
bien lejos, sus formaciones diversas campan por doquier. Enormes columnas como
torreones vigilan el entorno. En todo el trayecto de la cavidad vemos lo cargado
en banderolas inmensas, estalactitas que se sumergen, gorgs, columnas
etc…
Mira tu, que aquí hace dos años vi por
última vez a Patrik, y hete aquí, que nos volvemos a encontrar, qué casualidad.
Terminada la visita queda regresar a la playa nadando, donde nos espera Cati,
la mujer de Soto. Félix Gutiérrez y yo lo realizamos ascendiendo por la cuerda,
para una vez arriba, recogerla y unirnos al grupo. Marc también quiere
ascender, pero a falta del equipo se queda con las ganas, -No
"problem" Marc, otra vez será. Un buen ágape y charla, da por
finalizada la salida y emprendemos regreso a casa.