CAVIDADES DE BINIFORANI
Bunyola. Mallora
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Introducción
Se presentan cinco topografías y descripciones de las diversas
acciones mecánicas sufridas en la zona de la posesión de
Biniforani, entre el Puig de Sant Pere y los torrentes de Biniforani
y de n´Angelè.
Grietas con recorrido lineal de 800.m
que destacan por su profundidad (Crull Inferior, -92 m) y por
su anchura (Fractura des Blocs, 10 m).
Un poco de historia
Allá por el año 2008, acompañado de Pedro Calafat descubrimos las
fracturas.
Regresamos en noviembre de 2009 y realizamos la primera incursión.
Llegamos hasta los -70 m por falta de material y exploramos algunos
de los accesos inferiores del exterior.
El 29 y 30 de octubre de 2011 acampamos Antonio Rubia y yo.
Terminamos la exploración y la topografía del Crull Inferior e
inicio de la Superior. Nos acompañan como porteadores nuestros
amigos Tomeu Mateu, su hijo Jaume y José Bermejo, debido a la
durísima aproximación y a la cantidad ingente de material a
utilizar: cuerdas, taladro, tienda campaña, chapas, mosquetones,
sacos de dormir, comida, etc.
El 14 de enero de 2012, Antonio Rubia, José Miguel Herreros, Jeremy
González y Rafa Arazola hacen de porteadores y ayudan a la
exploración y topografía del Crull Superior, la Cova de ses Cordes,
la Cova de sa Pols y el inicio de la Fractura de s´Era. Me quedo a
dormir y al día siguiente continuo con el trabajo topográfico en la
Fractura de s´Era y la Fractura des Blocs, dando por terminado el
trabajo de campo.
Descripción
Dividimos el terreno en dos áreas: ladera norte y ladera sur,
diferenciándolas por una pared de “pedra en sec” situada en la
parte alta de la loma, atravesada por un sendero que llega al Coll
de Pastoritx, partiendo desde una de las curvas del Coll de Sóller.
Es un área bastante concrecionada, siendo las zonas más cercanas
al risco las que más han sufrido.
Destacan tres fracturas en particular;
-La más alta alcanza los 800 m de longitud (Crull Inferior y Crull
Superior) y es particularmente estrecha.
-La intermedia (Fractura des Blocs), tiene una amplitud exagerada.
-La
más baja (Fractura de s´Era), destaca por su uso en labores
agrícolas.
Ladera
norte
A unos 700 m de altitud y a pocos metros de la pared de “pedra
en sec”, una fuerte acción mecánica y desplazamiento ha
provocado grandes fracturas, sus paredes tienen una separación
entorno a los 5 m. Esta zona la denominamos “Fractures i coves
des Campament”, el nombre ya indica dónde fue nuestra morada
y punto de estudio.
La rotura en cuestión ha provocado, no sólo un desplazamiento
paralelo, sino un hundimiento, favoreciendo una zona llana. En ella
hay muestras de labores, como una era de 4m de diámetro, que se
utilizaba para conseguir
carbón vegetal, protegida por un talud natural y un murete
para la caza de tordos, con sus redes “d´enfilats”. Entre
ellos una grieta de norte a sur.
La morfología del terreno ha provocado una cueva (Cova de sa
Pols) y una fractura (Fractura de s´Era), unidas por un
cordón umbilical.
La Cova de sa Pols se formó por filtración y por el
hundimiento de material terroso, dejando raíces colgando del techo,
con una profundidad de 3 m. Desde su extremo sur, la fractura
continúa una veintena de metros de manera sutil, cambiando
radicalmente al llegar a la base de la Fractura de s´Era. La
fractura en cuestión, mide 50 m de largo por 5 m de ancho y 20 m de
alto aproximadamente. De base ascendente, con enormes bloques en la
parte más baja y rocas en el extremo, entre ellas se accede al
otro lado de la ladera. Una oquedad en la parte izquierda ha querido
que se filtre el agua, una jarra da fe de cómo se aprovechaban los
recursos naturales. Sus paredes son lisas y con alguna vegetación.
Su acceso es cómodo por los escalones practicados y desde ellos
parte un sendero hacia arriba.
Siguiéndolo, a escasos metros, entre unas rocas, hay un agujero
que, pasando a través de él, llegamos a la Fractura des Blocs,
gran parte de la misma se sitúa en la ladera Sur. De medidas
exageradas ante la vista. Tiene 80 m de largo por 10 m de ancho y 50
m de alto aproximadamente. Un gran cono de bloques domina el centro,
otros más pequeños se posan en la parte más alejada, siendo
factible cruzar al otro extremo. Sus paredes son irregulares: la
occidental, alcanza los 20 m, con fragmentos de rocas a punto de
precipitarse por la acción del agua y de las raíces; la oriental,
alcanza unos 15 m de altura, abarca sólo hasta la mitad de la
fractura, luego el terreno se allana, pudiendo pasar por un saliente
entre la vegetación.
La
Cova de ses Cordes,
forma parte de una grieta cercana a los mil metros lineales,
principalmente en la ladera sur. Está a 683 m de altitud, mide 30 m
de largo por 2 m de ancho y 7 m de profundidad. Es de pendiente
suave, cerrándose en cuña con dos bloques que interfieren el paso,
debiendo superarlos por arriba. A diferencia del resto de la grieta,
aquí encontramos un terreno conglomerado y terroso, muy seco, en
contraste con la boca de entrada, que es fría y húmeda,
predominando el musgo y la vegetación.
Desde aquí, ascendemos unos metros siguiendo la línea de ruptura,
dando a una apertura de apenas 50 cm de ancho. Estamos ante el Crull
Superior. Éste atraviesa la ladera con una distancia lineal de
110 m aproximadamente, y con varios accesos. Dicha apertura, tiene
un desnivel de 55º, 18 m de profundidad (punto c) y una
comunicación con el resto de la grieta, pero parcialmente obstruida
por las piedras.
Ladera
sur
Una vez fuera, por el sendero, atravesamos la pared de piedra y al
momento observamos como la fisonomía exterior de la grieta es
distinta. En todo su recorrido, posiblemente por su orientación,
hay plantas y musgo, el aire es más húmedo y frío. Las diversas
acciones mecánicas son muy visibles. La separación de las paredes
ha provocado la caída de bloques, piedras y árboles. En la parte
intermedia de la grieta, la huella de una roca encastrada nos
permite apreciar como ha ido descendiendo, poco a poco, con el
tiempo. En la parte baja, encontramos la unión con la entrada de la
ladera norte, la profundidad máxima es de 25 m (punto d).
Más al sur, por diferentes puntos de descenso, pasamos de un lugar
de roca madre a otro de terreno inestable. Aparecen diferentes
pozos, con distintas profundidades, el que más de 20 m. Tras una
desobstrucción, accedemos a una sala con una estalagmita de grandes
proporciones (punto h), a sus pies un pocete, al descenderlo, nos
saluda una sala de suelo irregular y ascendente hacia el norte. La
sala de la Estalagmita, está a escasos metros de la superficie.
En este punto se cierra la grieta, pero continúa descendiendo
ladera abajo, abriéndose en dos ocasiones:
-A los 712 m de altitud; Crull de s´Era, que se abre
tímidamente, cerrándose de golpe a los pocos metros, aparenta más
una cueva que una fractura.
-Y a los 683 m de
altitud; Crull Inferior,
que fue el primero en ser explorado y el que más alegrías nos
ha proporcionado. Contamos 6 accesos. En orden descendente:
El primero es el más
grande, mide 3 m de ancho por 30 m de largo, se accede por su parte
mas baja. Después de llegar a los -74 m, la grieta se estrecha más
y nos encontramos con diferentes alturas, ocasionadas por piedras
encajonadas (punto b), debiendo poner un spit. Con esmero y con
mucho cuidado conseguimos llegar a lo más bajo, que
sorprendentemente alcanza una cota considerable, los -92 m. La
fisura continúa pero no para nosotros. A partir de -74 m, hace
mucho frío, una corriente de aire nos hiela los dedos de las manos.
Hay mariposas congeladas (Triphosa Dubitata) en las paredes y
cubiertas de gotas de agua, también vemos alguna que otra babosa.
El segundo y tercer
acceso se unen en una sala de reducidas dimensiones. Por la derecha,
norte, comunica con la fractura principal (punto b). Por la
izquierda, sur, entre las piedras, bajamos por un pozo alcanzando la
cota de -11 m.
El cuarto tiene una
profundidad de 15 m. No está exento de peligro, es un desafío
tanto exploratorio como para su levantamiento topográfico debido a
su estrechez y terreno inestable. En la zona más recóndita, de
apenas un metro de altura, hay un cráneo de una mula y una “gota
de agua” dorada similar a una pepita de oro, sustentada por una
maraña de tela de araña. En dirección opuesta aparecen otros
huesos y el cráneo de una cabra.
El quinto acceso es
apenas inaccesible a través de su minúscula boca. A un par de
metros encontramos una fractura llena de piedras, tierra y raíces.
El sexto acceso se
sitúa al final de la fractura, con una profundidad de unos 2 m, con
mucha tierra y hojarasca.
Agradecimientos
A Pedro Calafat,
compañero de aventuras y porteador incansable de mis inquietudes, a
Antonio Rubia, compañero de exploración, a Tomeu Mateu, a su hijo
Jaume, a José Bermejo, a José Miguel Herreros, a Jeremy González
y a Rafa Arazola por su ayuda logística y a Pilar García, José
Bermejo, Tomeu Mateu y Borja López por la ayuda del presente
trabajo.
PARA VER TODAS LAS FOTOS FINCHA AQUÍ
PARA VER TODAS LAS FOTOS FINCHA AQUÍ
Parte
de fauna animal encontrada, una más viva que otra, entre los 50 m y
92 m de profundidad.
Oruga Foto: R.
Minguillón
Cráneo
de cabra Foto: R. Minguillón