Avenc del Puig Caragoler -318m Abismo 2ª parte


Por Rafael Minguillón Forteza.

         Aquí empieza:  Abismo.    2ª parte
       No se nos pegan las sábanas después de una noche de fiesta y jolgorio con el grupito de amigos, cena copiosa, charlas ininterrumpidas, visionado de fotos y vídeos, nos acostamos bien entrada la noche y aquí, hoy, ahora, a las 8h estamos ya en carretera dirigiéndonos a nuestro objetivo; finiquitar el avenc del Puig Caragoler.


       Arribados a Femenía Vell, toca cargarse los fardos y patearse la pista hasta el Pla de s´Argilota, después campo través al Puig Caragoler de Femenía.  No tenemos prisa en llegar, no tenemos prisa en comenzar la incursión. Una vez llegados, lo primero es descansar, comer y siesta, luego los múltiples preparativos y disposiciones en general.
Nos encontramos fuertes y con muchas ganas, aún teniendo que llevar cada uno dos petates pesando lo indecible. No nos amilana nada.
    La vez anterior pudimos comprobar el estado de los spits, revisamos alguno y no eran aptos para su uso, por lo que hoy nos veremos obligados a poner alguno, para evitar esperas largas e incómodas y frías, hemos traído un pequeño taladro y vaselina a fin de tapar el spit una vez nos retiremos.
      Voy instalando seguido de Tarazaga, llevamos dos sacas cada uno, con más de 200 m de cuerda, chapas, taladro, comida y agua. Félix y Vicente, otro tanto de lo mismo. Llegamos al inicio del gran pozo, Pou Duyuyu, a unos -60m. Éste es el punto de reunión a la vuelta, aquí dejamos algo de comida y agua, además de dos mantas térmicas. Ante nosotros un pozo de verticalidad absoluta de unos 170 m, agüitonante, impresionante, terrorífico. 


        Comienzo el descenso por esa pared lisa, húmeda, descarada, desafiante, veo agua ahí abajo y parece que está al lado mío, a mis pies. Es un engaño, me separan unos 150 m. El primer spit está aceptable, sigo bajando, todo me pesa una barbaridad. -Cómo va Rafa.... -Bien, bien, llegando al volado. -El spit está de pena, he de poner uno,  y haré un fraccionamiento en "Y", que dará menos "cage". -Tarazaga llega a mi, necesito material y agua, estoy sediento. -Oído, bajandoo...
      Mientras ahí arriba esperando, Félix no para de hablar y explicar a Vicente las normas del Mus. -Mejor, así no se aburrirán y el frío no será tan insoportable.
De ésta guisa, se da  "libree...", llegamos al final del pozo Duyuyu, sorteando resaltes puntiagudos, mientras el agua nos va salpicando. -Mira por donde nos faltan 4 m para el fondo, recuperamos cuerda del último salto y arreglamos el problema.  -Ok.
            -Guau.... qué pasada, es espectacular Rafa, qué pozarro, como impresiona. Parece que no terminaríamos nunca... -Lo sé, a mi me pasaba lo mismo.
Así de contentos, nos ponemos a la manduca, no sin antes remontar el pozo adyacente, el lugar es más pequeño pero está seco, que eso es importante. Toca otro descansito.
       -Señores míos, ahora nos toca la parte de la gatera, aquí los fondones lo tienen mal, lo tienen crudo mejor dicho. Hemos superado la primera parte; el pozo, los pozos. Ahora las gateras, galerías de todo tipo con bloques de todas las medidas, superaremos chimeneas, estrecheces indecibles, etc...
       Descendemos el pocete de unos 10 m, nos quitamos el equipo, he intentamos pasar por un meandro de apenas un palmo. -Rafa.. ¿seguro que es por aquí?, -Sí Tarazaga, tu tira como puedas, inténtalo tantas veces puedas, aunque no lo parezca es por aquí... -Señores, dice Félix, esto es muy estrecho, seguro....? -Ja, ja ja.... y esto no es nada amigos, ¡Adelanteeee... Tarazaga...., te dejo el mérito... je, je je
   Después de varios intentos, se halla la manera, el truco de superarlo, no queda más remedio que quitarse el casco. Damos a una sala, en ella nos volvemos a poner el equipo. Otro remonte, otra estrechez y ascenso por una chimenea. -Si no es por el pantin.... crudo, crudo, crudo lo veo yo....  Seguimos con destrepes, agujeros que no cabe un alfiler, caos de bloques enormes, trozos de colada hermosa por los suelos. Más estrecheces. Remonte pocete, descenso pocete. Volvemos a quitarnos los aparejos y ...como cual gusanito volvemos a arrastrarnos. Ahí está la manguera, que nos sirve para vaciar el agua acumulada en la gatera y poder pasar (como pueda cada uno).
        Superado lo peor, dejo a Tarazaga, que lo tengo detrás mío, a que sea el primero en salir del paritorio y apreciar lo que hay detrás: La sala Inesperada.
Lo primero que vemos es una gran banderola de bienvenida, estalactitas y formaciones varias en el techo de un enorme bloque.  Estamos todos eufóricos, llegamos.
Investigamos todos los alrededores; la Covatxa, el Racò "du Mois", nos metemos por el "Engolidor". Ahí Félix, que es un jabato, se mete sin miedo. Creo que es el peor sitio de todos los pasos o accesos que he realizado en mi vida espeleológica.
      Hacemos foto de rigor y emprendemos regreso, el duro pero alegre y emocionante regreso. De vuelta a la base del pozo Duyuyu, donde comimos, descansamos y nos alimentamos antes de emprender el duro ascenso con tanto peso y sacas. Gracias a que pusimos varios spits, hay más fraccionamientos. Más fraccionamientos implica menos esperas. Menos esperas implica más fluidez. Más fluidez implica menos cansancio, que al final es lo que se busca.
     Llegamos reventados, cansados, con sueño, hambre y sed al inicio del pozo Duyuyu. Como decidimos salir de día, nos tomamos una horita para dormir algo, eso es imposible, lo sabemos, pero descansamos un poco. Me acurruco, me pongo mi forro polar fino y el paraviento, y encima de ello la manta térmica, y -Ala.... a la "marmota". Oigo como el agua le va cayendo a Tarazaga en su manta térmica, joe... no sé como puede dormir. Tic...tic... tic... goteo, goteo, goteo, y él durmiendo.
     
 Lo mejor de lo mejor.... sacamos de una sola tajada los más de 400 m de cuerda con un polipasto desde el exterior. Lo pero de lo peor.... volver a cargarse todo el peso en nuestras espaldas. Lo mejor... mejor,  que hace un día impresionante. Lo peor... peor, que aparece la niebla y casi nos perdemos.
       Y, lo mejor de lo mejor, de lo mejor...:  que cuatro amigos han realizado una descomunal proeza de resistencia física, sin perder el ánimo, el buen humor y contando chistes a mansalva. Gracias a Vicente, Félix y Tarazaga que dieron muestras de un gran repertorio.

     Y... por último:  la apuesta de volver otra vez, no a mucho tardar.... hay un lugar sin explorar por ..... pero eso... eso es otra historia.


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