15 enero 2013
martes
Avenc de
l´Infern -132m
Por Rafael Minguillón Forteza.
Me voy con Vicente a explorar el avenc en cuestión, tenemos pensado en realizar una visita en toda regla, no sólo el recorrido habitual hasta la profundidad máxima, también las salas que hay en dirección Sur.
Me voy con Vicente a explorar el avenc en cuestión, tenemos pensado en realizar una visita en toda regla, no sólo el recorrido habitual hasta la profundidad máxima, también las salas que hay en dirección Sur.
Es una cavidad donde predominan los
cascotes encajonados entre las paredes y coladas, pero bien lejos de pensar que
son seguros, todo está suelto y al más mínimo despiste, podemos tener un
derrumbe y las consecuencias.... mejor ni pensarlo.
Como todo el rato estamos rodeados de
cascotes y piedras sueltas, la adrenalina está a tope. De esta manera vamos
descendiendo y a medida que lo hacemos empezamos a observar los espeleotemas,
hermosos como ellos solos.
Pasamos por estrecheces, por agujeros,
por cortas travesías y más descensos. Predominan las grandes rampas e
inclinaciones de entre 40 y 60 grados. Nos sorprende una gran sala como punto
final, bueno, el verdadero punto final se encuentra al lado mismo de una
formación en cascada de color acaremalado y blanco, bajo ella encontramos una
galería que nos conduce a un punto impracticable.
Volvemos a la gran sala y en dirección Sur
aprox. encontramos dos cavidades; una bajo los cascotes cercana a donde estamos
y otra al fondo de la sala, bajando por
un agujero vertical. En la sala
principal de entrada detrás de unas columnas, en el suelo hay un agujero, entre
cascoques y tierra, bien estrecho y muy peligroso, dando a una fractura, a una
pequeña sala u así entre paredes y caos encontramos otra sala de grandes
dimensiones. El recorrido por ellas es altamente peligroso, los
fraccionamientos o desviadores son verdadero dolor de cabeza ¿dónde ponerlos’,
¿cómo ponerlos?. Los huevitos están dando castañuelas, la adrenalina a tope,
joe... joe....
Podría decir que es un avenc donde pone
a prueba la serenidad y pericia del espeleólogo, así como la lógica a la hora
de asegurar, fraccionar, etc..
Lo hemos pasado de coña, hemos superado
el reto de hoy y para afuera, je...para afuera nada de nada, hace un viento
fortísimo, ya lo oímos desde aquí dentro. Decidimos recoger todo el material y
acomodarlo de la mejor manera para transportarlo y cambiarnos, así salir y
escopeteados para el vehículo. Parece agua-nieve lo que cae a estas hora de la
noche, luego nos confirmarán que así era, que el día que hizo fue malo malo,
claro que nosotros ahí abajo no nos enteramos de na y además...¡¡ qué calentitos estábamos..!!
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