Magnífica gruta
situada en el término municipal de Pollença, dirección cala Sant Vicenç. Para
acceder a la cueva hemos de superar el km 1, dirección a la cala, tomar la
pista de can Vic, y a un centenar de metros, nos encontramos con el puente que
cruza el torrente, por ahí como podemos, nos metemos en él. Seguimos su cauce
pasando unas barreras. Hay que estar al tanto, porque al poco se desvía a la
derecha entre maleza y arbustos.
Podemos apreciar el hermoso empedrado de
antaño. Llegamos a la falda de la montaña, cruzamos la pared de piedra y
ascendemos ligeramente hacia la derecha.
Afortunadamente
no hay pérdida, el trayecto está bien fitado, sólo hay que fijarse un poco.
Además, aún quedan restos de construcción y sendero empedrado, que da una
imagen del trabajo que llevó su descomunal labor.
La
grandiosidad y belleza de la cueva contrasta con la reducida entrada, así cómo
su localización, oculta entre maleza.
Al
entrar accedemos a una sala de tamaño medio. Antaño, había que escalar unos 5
mts, para instalar una cuerda y el resto del personal remontar por ella. Ahora,
para facilitar la cosa, la instalación es fija, al igual que para descender por
el lado opuesto
A continuación iremos
pasando por salas inmensas, con coladas, cada una más hermosa que la otra si
cabe, estalactitas con caprichosas formas, gorgs y microgors, etc... llegamos a
la sala magna, donde de morros nos saluda unas raíces de decenas de metros que
vienen del techo y algunas rodeadas de calcita.
La cavidad continúa
subiendo por la colada final (instalación fija de ascenso) y al otro lado, un
embudo, permite el acceso a la sala inferior, otra espectacularidad diferente e
igual de hermosa. Sala de barro, coladas parietales, excéntricas, etc...
Es tal la
espectacularidad de la gruta, que si queremos realizar fotografías o filmar en
condiciones, requerirá de paciencia, bastante iluminación y tiempo.
Por
cierto, espectacular demostración de Kike y Xisca, con sus juegos malabares. Nos
sacaron unas bolas luminosas de diferentes colores. La belleza de sus colores
danzando en el aire totalmente a oscuras, nos volvieron a recordar nuestra
infancia de juegos y diversiones. Nos quedamos todos atónitos.
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