Arribamos
al embalse del Gorg Blau, es un momento triste, la estampa es patética, nunca
antes habíamos visto semejante imagen, bueno, sí, pero de eso ya hace casi una
veintena de años. El embalse está prácticamente vacío. Donde antes siempre
había agua y teníamos que bordearla para no mojarnos, hoy estamos pisando los
guijarros que conforman su base. Es desolador.
Un invierno que no ha sido invierno, nada de lluvia y, para colmo, ahora se acerca el tiempo de veraneo, por lo que la población se triplicará....el consumo de agua se disparará. A comprar el oro líquido a saber de dónde y por cuánta pasta. Ay, el canon tiene toda la pinta de elevarse hasta las nubes, pero bueno, ya basta de retaílas. Estamos aquí dispuestos a explorar un avenc de unos70 metros y relativamente
sencillo. Dos obstáculos a sortear; un ventanuco y una poza inundada.
Un invierno que no ha sido invierno, nada de lluvia y, para colmo, ahora se acerca el tiempo de veraneo, por lo que la población se triplicará....el consumo de agua se disparará. A comprar el oro líquido a saber de dónde y por cuánta pasta. Ay, el canon tiene toda la pinta de elevarse hasta las nubes, pero bueno, ya basta de retaílas. Estamos aquí dispuestos a explorar un avenc de unos
Con el calorcito emprendemos el
ascenso a la Canal des Embassaments, para seguir por ella hasta llegar a
s´Arreplegada. Continuamos ascenso por un camino apenas visible pero obvio
subiendo por un talud natural, en él se aprecia la construcción del sendero por
el murete de pedra en sec. Una vez en el collado a un centenar de metros mal
medidos, entre una abruptas rocas está la boca.
Aparentemente
no es una sima espectacular, pero lo que me llamó la atención en anterior
visita, es que en su interior a -53
m hay un gorg, que dependiendo de la época del año,
según lluvias, fluctúa el nivel del agua y, por eso aquí estamos. Somos; Pedro,
Alberto, Marcel, Gabriel y Rafael, con el equipo mínimo de exploración
subacuática, ya que creemos no será más que eso, una poza con agua. Después de
comer un descansito. Después del descansito a trabajar. Como temíamos, los
spits están en muy mal estado, por lo que realizamos nueva instalación en
cabecera, el resto son fraccionamientos naturales. Un primer pozo de una decena
de metros da paso por una ventana elevada al pozo principal, éste termina con
la poza con agua, afortunadamente como no ha llovido, el nivel está unos 7 m por debajo del ventanuco a
sortear para realizar el resto del avenc, que alcanza los -71 m .
-¡¡Aquí no cabe ni dios!! Una vez reequipado el paso
del ventanuco con dos spits, remonto unos metros. Estamos todos unos encima de
otros, como sardinas enlatadas. Marcel desciende para intentar pasar por el
ventanuco, mientras yo, con ayuda de los otros me pongo el equipo de buceo.
Empiezo el descenso seguido de Pedro que va grabando la ocasión. Llego al agua.
-Está congelada. Repasamos otra vez el equipo, la seguridad, etc... Me sumerjo.
Ahí tengo a Pedro de vigilante. Marcel sigue intentando sortear el ventanuco.
Alberto y Gabriel, más arriba, observando.
Confirmado; unos 6-7 metros más de poza con
una fractura en un extremo que tira otros tantos de metros, para luego cerrarse
y un agujero que podría prometer, pero es tan estrecho que si no es
desobstruyendo "na de na". Fase subacuática terminada. Ahora el
recochineo de cómo nos lo montamos para salir. entre risas y odiseas, esto va
tomando forma. Uno tras otros con el equipo a cuestas y polipasto lo
conseguimos.
Gabriel nos da muestras claras de qué ocurre con según
qué telas compremos y dónde las compremos. Su cara un poema, su cara un color,
su cara roja teñida.
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Fotos Pedro Martín y Rafael Minguillón