De pronto...:
-¡¡¡Cuidadooooo... !!!
-¡A retaguardiaaaa...!!
Nos volvemos para
ver atrás. Uno de los nuestros desaparece por el precipicio. Rodando por entre
la vegetación y las piedras. Los de más atrás se quedan paralizados. Los de más
alante, reaccionan alocadamente. -¿¡Qué ha pasado!?
Séneca;
Siempre es peor el día siguiente.
Cuanta
verdad hay en esas 6 palabras: Siempre es peor el día siguiente.
Nuestras
aventuras cada vez van a mayor placer, gozo y regocijo. Con o sin bofetadas,
traspilladas, deslizamientos por terreno agreste, pedregoso, fangal o Dios sabe
de qué más.
¿No
queréis aventuras? Pues aquí encontraréis las mejores: graciosas, peligrosas,
conmovedoras y un sin fin de adjetivos. Eso sí, al día siguiente nadie se puede
mover de lo molidos que estamos. Pero nadie rechaza participar en ellas.
Así
pues, comienza otra aventura.
Volvemos
a la cova de sa Campana. Los pozos, míticos ellos, los cuales pocos realizan por
semejante proeza. Anclajes naturales a la puñeta, material inestable,
estrecheces agobiantes y lo más odiado; el barro. Barro hasta las orejas. Barro
que se adhiere al equipo de progresión dificultando su uso y nuestra seguridad.
Barro hasta en las "pelotillas" que uno no sabe cómo ha llegado hasta
ahí, esa zona sagrada para los placeres carnales en intimidad. ¿Qué está
pasando en esta zona tan jodidamente jodida?
El
día es joven, la gente es joven. El día es bello, la gente es bella. El día
será largo, la gente está fuerte para este día largo. A la pues, a cargar como
mulas con el equipo de campaña y para arriba. Somos 300, digo, somos 7. Somos 7
recios. Conocemos nuestro oficio. -¡Españoles!...¡¡Cual es nuestro oficio!!.
-¡¡Aurg, aurg, aurg..! Ilusos ellos, no saben aún lo que les depara. Tenemos
ante nosotros un enemigo mayor al que podamos vencer. Sólo me sabe mal no tener más espeleólogos que
sacrificar en esta emblemática batalla por las Termópilas, digo, pozos.
¡Aquí
estamos! Por el Clots d´Infern. La Naturaleza salvaje nos manda señales. Estamos
en terreno peligroso. Aquí, hay que estar muy atentos a cualquier señal, no
sabemos en que momento nos puede deparar sorpresas.
De
pronto...:
-¡¡¡Cuidadooooo... !!!
-¡A
retaguardiaaaa...!!
Nos
volvemos para ver atrás. Uno de los nuestros desaparece por el precipicio. Rodando
por entre la vegetación y las piedras. Los de mas atrás se quedan paralizados.
Los de más alante, reaccionan alocadamente. -¿¡Qué ha pasado!? ¿Y Félix?
La
tierra lo ha engullido. Hay que recuperarlo como sea. Pues lleva la cuerda
necesaria para la exploración. Joe.. que mal suena esto. Voy a modificarlo;
Pues es nuestro soldado clave para la exploración: tenaz, cabezón y fuerte como
un toro. Recuperamos al susodicho. Arañazos, moratones, corte en un dedo. Él,
es fuerte. Él, está fuerte. Vuelve a ser nuestro Félix: cotorra parlante
ininterrumpida. Uf.. Quedó todo en un susto.
Todo
a diez metros de la entrada de la cavidad. ¿Presagio?. Ummm... ¿nuestros Dioses
nos amparan? Más les vale si no quieren desaparecer por el olvido humano, más
que divino.
-Yeaaa....
en marcha espeleólogos combatientes. Aprended de Félix, no en caerse, sino en
aguantar el embate y seguir fuerte. Todos contestan algo preocupados, pero sin
decaer un ápice la moral, sino todo lo contrario. Las dificultades nos
agrandan, nos excitan, nos eleva la lívido a límites insospechados... ¿todos
somos hombres hoy, ninguna hembra?. Bueno, nadie da asco a nada.
Emprendemos la incursión a la gruta
más profunda y voluminosa de nuestra querida tierra y amada Mallorca. Aquí
entramos: Tarazaga, Pedro, Félix, Marcel, Diego, Juan Antonio y Rafael, un
servidor, contador de gestas para constancia hacia nuestros descendientes.
Nuestro dominio sobre el terreno es
abrumador. La coordinación más que perfecta y envidiada de todo grupo de
élite. En un plis-plas hemos instalado,
descendido, arrastrado, saltado, bailado y reído hasta llegar a la Sala dels
Gorgs. Ahora viene lo importante: los pozos.
Marcel y Tarazaga comienzan la
instalación para acceder a la Sala dels Blocs. Fractura rocosa en
descomposición. Aéreo con grado inclinación de "me cagón en ....".
Otro aéreo. Marcel; -Ey.. ¡Falta un par de metros para llegar a la base.
Reorganizar y recuperar algo de cuerda en los fraccionamientos...!. -Oídoooo...
Modifican. Voy de último defendiendo de cualquier ataque la falange. Escucho:
-Arg, urfgg... -Pero... me cachis...... Me pregunto qué pasará por ahí, en la
avanzadilla. -Libre Rafaaa.... Mi turno. Llego al punto de -Arg, urfgg. Lo
comprendo todo. -Jodios. Anclaje en techo celestial. Oposición en vacío. Yo
mismo; -Arg, urfgg, me cachis.
Abajo
todos, en la Sala dels Blocs. Comento: -Hemos de ir para abajo hacia la
derecha.
-Félix:
Pero es mejor bajar por la izquierda.
-Félix.
Hemos de bajar la sala e ir hacia la derecha. Da igual si bajas por la derecha
o por la izquierda. Baja por donde creas mejor.
-Félix:
Pero es mejor bajar por la izquierda.
-¡Por
Ávalon! ¡Vamos por la izquierda!
Llegamos
al inicio de los pozos barrosos, angostos y dificultosos. Tarazaga, Marcel,
Diego de primeros instalando. Anclajes jodidos. Pasamanos o algo parecido. De
pronto: ¡¡Crasccc... fiuuu... plof... clonc... plafs!! Nuestro Félix, se las
queda todas. Anclaje natural de punta roca o algo parecido, no puede soportar
el tirón, o no tirón, de un recio Arandino-Mallorquín. A volar un poco. No es
nada. Otro susto. Qué disgusto.
Sorpresa
desagradable: pintadas. Pintadas antiguas, que con el tiempo, devenir de los
años y de los siglos, se convertirán en grafitis-petroglifos de gran valor
antiguo, prehistórico. Hoy, basura.
Llegamos
al final, al final de la gruta. Pero aún queda la incursión de una sala oculta
para los mortales. Pero ésta, esta será explorada otro día. Este día ya llega a
su fin. Emprendemos sin demora el regreso.
21:10´
Una
vez fuera de la cavidad, recuento de material y papeo ligero. Lo mejor nos
espera en los vehículos.
23h
-Venga
señores, saquemos mesa, sillas y comida. Diego comienza a sacar la casa a
cuestas y la comida.
Aunque
es tarde, no tenemos prisa. Hay mucho que contar. Hay mucho que comer. Hay
mucho de qué reír. Hay mucho qué planificar para la próxima visita. Hay mucho
qué pensar en cómo decir a las parientas que volveremos y qué excusa poner por
volver tan tarde.
2:20´
Joe...
Nos hemos pasado de hora. Estamos de coña aquí. Tranquilitos, calentitos, bien
comidos. Con nuestros chistes, anécdotas. Risas... Cualquiera le dice a la parienta
que nos hemos demorado por la cháchara y el papeo. Se pensarán que hemos estado
de parranda. Así que, eso es lo que diremos: Hemos ido de parranda Amor.
Texto: Rafael Minguillón.
Fotos: Diego Del Río. Rafael Minguillón.
Texto: Rafael Minguillón.
Fotos: Diego Del Río. Rafael Minguillón.