Entrevista a Rafael Minguillón Forteza, Presidente del grupo GAME

Debido al auge de participantes para la práctica de la actividad espeleológica, el Diario de Mallorca entrevistó el pasado día 14 de abril, al presidente del Grup d´Activitats de Muntanya i Espeleo (G.A.M.E.)

  Asegura ser un apasionado de los deportes de riesgo en la naturaleza. fue el descubridor de la sima del Silencio en el año 1997, la más profunda de Mallorca por aquel entonces (230 metros). Actualmente forma parte de la directiva de la Federación Balear de Espeleología (FBE) y es el presidente del Grup  d´Activitats de Muntanya i Espeleo (GAME) y BTTersMallorca. "Un grupo con el propósito de disfrutar de la naturaleza, respetándola y cuidándola y en especial dar a conocer la espeleología, que cada día cuenta con más adeptos. Somos 30 socios", asegura y reconoce que sus padres le introdujeron en el mundo del excursionismo. Es Rafael Minguillón, espeleólogo e instructor de buceo.

-Por desgracia la espeleología ha sido noticia durante toda una semana.
Es una verdadera pena que ocurran estas cosas, no es de agrado ver como mueren  amigos y compañeros en una expedición preparada con tanto ahínco. Lo que conlleva meses de preparación, tanto física y mental, como el equipamiento a llevar, las solicitudes y permisos, los planes de actuación en caso de algún imprevisto, etc, hacen posible que llegue a buen término la empresa, pero en cualquier momento puede ocurrir algo imprevisto, fuera de nuestra mano.

-¿Es peligrosa su práctica?
La espeleología está considerada como uno de los deportes más peligrosos del mundo. Los que estamos metidos de lleno en ello, lo sabemos y lo aceptamos. Por eso los espeleólogos debemos estar bien preparados y asumir ese riesgo. Ahora bien, siguiendo los protocolos establecidos reducimos al mínimo el riesgo aunque siempre habrá accidentes en este deporte como en cualquier otro.

-¿Qué les mueve para introducirse metros y metros bajo tierra?
El ser humano es curioso por naturaleza y todos tenemos el afán de descubrir, ver cosas que uno o nadie ha visto antes. El enfrentarte a tus propios temores, a lo desconocido, al abismo, a superar obstáculos naturales, llegar cada vez más lejos, más al fondo superarte a ti mismo. Es la llamada de la Tierra a sus entrañas.
La adrenalina, el subidón de la expedición llevada a buen término. La sorpresa de la innumerable belleza que encuentras a decenas, cientos o miles de metros bajo nuestros pies. La insignificancia del ser humano ante ella.

-¿Qué sensaciones tienen al explorar cuevas, simas, cavidades subterráneas...?
Cada uno siente algo diferente, depende mucho de tu forma de vida, de ver la vida, de tu carácter, tu sensibilidad, etc... En mi caso y con más de 28 años de experiencia, aún se me pone la carne de gallina y siento escalofríos, al ver semejante belleza; enormes columnas, coladas, excéntricas, banderolas, ríos subterráneos, enormes salas, galerías interminables de todos los tamaños. Siempre pienso en el tiempo que ha empleado la Naturaleza en formar todo eso. La menudencia de la persona.

-¿Cuánta gente la practica en Mallorca?
Estamos en torno a los 350 federados en Mallorca. Sabemos que hay muchos que lo practican sin estar federados, que no asegurados. Es un deporte minoritario. Aunque está en auge y cada vez hay más aficionados a éste deporte. Por eso la necesidad de contar con buenos maestros y profesionales que enseñen buenas prácticas a los iniciados.

-¿Y cómo está Mallorca de cavidades subterráneas?
Estamos sobre las 4.500 cavidades catalogadas.  Entidades y grupos espeleológicos internacionales reconocen Mallorca como la isla más importante para la exploración de sus cavidades. Cada año recibimos cientos de espeleólogos para disfrutar de su belleza.
Cavidades como la cova des Pas de Vallgornera, con más de 100 km y la mayor subacuaticamente de Europa. La cova de sa Campana, por su volumen y profundidad, -320m. La Sima del Silencio, - 230 m de profundidad, por su carácter deportivo y exigencia en dos pasos tan estrechos, que muchos han tenido que desistir por su dificultad. La cova de sa Glesa, una golosina para todo espeleobuceador. Entre otras muchas más cavidades de renombre. La lista de visitas es larga.

-¿Cualquier persona la puede practicar?
Requiere de mucha disciplina. Buen estado físico, autocontrol, serenidad y lógica, sobre todo en momentos de apuros. La cabeza bien amueblada y abierto de mente. No apto para  nerviosos y claustrofóbicos. Conocedor de tus compañeros, del equipo de progresión y diferentes maneras de resolver algún contratiempo. Y para mi, algo fundamental; el compañerismo y la solidaridad. No hay cabida para los individualistas: Éstos sólo traen desdichas y problemas.

El sacrificio es mayúsculo. La fortaleza física/mental es fundamental cuando tienes que transportar tu equipo personal, más el de ataque; sacas y sacas cargadas con cuerdas, chapas, material de instalación, cintas de anclaje, comida, agua, ropa, luminaria, etc... hasta la cavidad. 

-¿Qué requisitos mínimos hay que tener?
Ante todo es conocerse uno bien a sí mismo.
-Tu preparación física y mental (la más importante).
-Saber dónde está tu límite y hasta dónde puedes llegar en una incursión.
-Saber decir: hasta aquí.
-La comunicación entre compañeros.
-El equipamiento: el casco, el arnés, las chaspas, cuerdas, entre otros elementos. Todo ello homologado. De ello depende tu seguridad.
-Ser respetuoso con la cavidad. No ensuciar, no romper nada, es imperativo para la conservación de algo tan virgen aún hoy en día, para poder seguir disfrutando de las cavidades en un futuro.

-¿Lo más 'raro' que se han encontrado bajo tierra?
Encontrarme dos esqueletos completos de animales, uno de ellos un Myotragus (animal endémico de Mallorca, de hace 5.000 años) en situación de reposo a -100m de profundidad en una fractura. Por la complejidad de la fractura (imposible llegasen por caída) y la posición de los animales, hace sospechar que sería una cavidad abierta al exterior, dónde aprovecharon para refugiarse o morir, y con el tiempo, se ha ido hundiendo, formándose a posterior la fractura.
Entre otras cosas, hasta sartenes de cocina y cacerolas también a unos 100 mts de profundidad.