El GOB denuncia ante la fiscalía los vertidos fecales de la depuradora a la Cova del Dolç
Colònia de Sant Jordi
Los ecologistas
responsabilizan al Govern y a Abaqua de la mala gestión de la depuradora, que
se sirve de la gruta como cañería
15.04.2015 | 02:16
La Cova del Dolç de la
Colònia de Sant Jordi, es una de las más importantes de Europa. al filo
de lo imposible
s. sansó
El GOB denunció ante la Fiscalía
al Govern y a la Agència Balear de Qualitat de l'Aigua (Abaqua) como
responsables últimos del vertido de aguas residuales y fecales de la depuradora
de la Colonia de Sant Jordi a la emblemática Cova del Dolç, al considerar que
se trata de un presunto delito continuado contra el medio ambiente y la salud
de las personas.
El colectivo ecologista advierte de que se trata de hechos "muy graves y
significativos" de los cuales las instituciones tienen conocimiento. El
GOB, además, se apoya en varios artículos científicos de la revista Endins,
editada por la Federación Balear de Espeleología, donde se exponen los
problemas que acucian esta cueva subacuática de notable importancia tanto
geológica como científica, una singular gruta interior con materiales del
Cuaternario y del Plioceno, de un elevado interés hidrogeológico.
En ambos informes publicados se detallan los efectos negativos de estos
vertidos sobre las aguas subterráneas y de manera potencial sobre la salud de
las personas, a consecuencia de emisiones residuales "mal depuradas o sin
depurar", hechos que apuntan que se producen con "demasiada
frecuencia".
En los textos científicos se indica con claridad que son las aguas de la
depuradora de la Colònia de Sant Jordi, propiedad de la Conselleria de
Agricultura, Medio Ambiente y Territorio y gestionada a través de Abaqua, las
que se introducen en la cueva sin excesivo control, lo que hace que no sea
aconsejable la inmersión durante los meses de verano, debido a la poca
visibilidad y por evidentes motivos de salud. Asimismo las imágenes que
acompañan la descripción son elocuentes de la acumulación de fecales en
diferentes zonas de la cavidad, hasta el punto que el recubrimiento por
sedimentos orgánicos su pera en algunos puntos el metro y medio de espesor, una
pátina de bacterias en forma de estalactitas que cubren los techos. Unos
efectos que se incrementan los meses de estío debido al aumento de residentes y
turistas.
Entre las conclusiones se recoge que "el vertido de aguas residuales
provenientes de la Còlonia de Sant Jordi supone la contaminación de las aguas
subterráneas y la destrucción progresiva de una cualidad excepcional, con unos
valores patrimoniales, naturales, geológicos y biológicos de primer
orden". La cueva actúa como un gran emisario que conduce
"directamente" las aguas residuales al mar.