LA INCIDENCIA ANTROPICA EN LAS CUEVAS TURISTICAS


Acabo de terminar un  viaje por Cantabria, en el que he visitado algunas cuevas turísticas de las que tanto abundan en ese lugar que me han hecho recordar la incidencia que sobre ellas ejercemos modificándolas o alterándolas, con la intención de  obtener el mayor beneficio económico. En nuestras islas, tenemos el mismo problema que el encontrado en la comunidad cántabra, pongamos como ejemplo la cova de  Can Marçà, situada en el Port de San Miquel, siendo la única cueva que se explota  turísticamente en la isla de Ibiza,  en la que a pesar de su interés geológico,  de forma artificial ,se han reconstruido en ella  antiguas cascadas actualmente fosilizadas, así como construidos gours, que  albergan en su interior agua iluminada con  luces estridentes, siempre con la intención de dar un mayor  “atractivo” a la cueva y por lo tanto aumentar el número de visitas.  Lo curioso  es que según indica la propia Web de la cueva, todas estas alteraciones se han realizado con el asesoramiento de geólogos y espeleólogos.  





En Cantabria existe una de las mayores condenaciones mundiales de cavidades que contienen arte  rupestres paleolítico  y que con buen acierto el gobierno de la comunidad cántabra, está abriéndolas al público en general a el razonable precio de 3 € la visita, controlando eso sí, el número de visitantes que acuden a ellas, además de protegiendo las pinturas que albergan para que no puedan ser dañadas. A los pies del monte Pando en Ramales de la Victoria, sin embargo se encuentra la cueva de Cullalvera, cueva de grandes dimensiones con un desarrollo aproximado de 12 kms. y que alberga pinturas rupestres en zona no visitable  entre los setecientos y los mil metros aproximadamente de la entrada.

Con la intención de hacer más atractiva la visita a la cueva,  no se les a ocurrido otra cosa que construir un par de fuentes artificiales que forman parte  de un espectáculo de luces de colores, sonido y agua, si bien es cierto que no se ha modificado la cueva  destruyendo formaciones  para la construcción de las fuentes, ya que se han levantado sobre el lecho del río que transcurre a lo largo de toda la cueva ,  inundándola,  solo cuando llueve de forma insistente durante varios días,  también es bien cierto que no era necesario semejante esperpento en una cueva natural de esta importancia como es  la  cueva de Cullalvera .  Durante la guerra civil española, la cueva fue utilizada como parque móvil por el ejército republicano debido a sus dimensiones, por  lo que  tuvo que sufrir daños difíciles de calcular sin contar las visitas de los vecinos de Ramales.

En otra zona de Cantabria, se está explotando turísticamente en la actualidad la cueva del Soplao, que fue descubierta a principio del siglo veinte mientras se realizaban trabajos mineros  en la hoy abandonada mina de la Florida. En la  sala gorda, una sala de grandes dimensiones en la que abundan grandes cantidades de estalactitas excéntricas de aragonito,  se ha construido un lago artificial  que embellece más si cabe, dicha sala ante los ojos de los visitantes  que por supuesto ignoran  la artificialidad del lago,   ya que dicha información se omite por parte los guías.


Llegados a este punto, cabría preguntarse, ¿es necesario que modifiquemos el estado natural de estos monumentos naturales, con la intención de hacerlas más “atractivas” para el gran público o por el contrario, debemos de conservarlos  si alterar  su morfología, de forma que los visitantes que  los contemplen en su estado natural, en la que guías bien formados las muestren de una forma didáctica,  lo cual no quiere decir que por ello tengan que ser aburridas  las visitas y de paso aprendan a respectarlas y valorarlas?. ¿Se deben de permitir alteraciones como la de la cova de Can Marçà  sin que  las autoridades intervengan?.  Particularmente pienso que las cuevas deben de mantener su estado original no digo que no se las ilumine, eso sí, de la forma discreta y procurando minimizar los daños. En la isla de Menorca, concretamente en cala Blanca, existe el proyecto de  explotar turística mente la cova de s’Aigo,  junto con la cova de na Megare,  para ello se van a realizar trabajos que permitan conectarlas, unos de los dos sitios proyectados para la conexión de las cavidades  es a través de una zona en la que se encuentra el único lago de la cova de na Megare,  rico también en espelotemas, por el que transcurrirá una pasarela  que continuará a través de gran parte de la cavidad, para la construcción de la pasarela mencionada, hay que destruir una gran cantidad de formaciones ya que, estamos hablando de una cueva en la que en la actualidad cuesta avanzar en algunos lugares, debido a la gran concentración de ellas, posteriormente la idea consiste en colocar las formaciones que se puedan de forma artificial, con ello seguramente se pretende justificar el daño que se va a causar. Solo quiero recordar, que las mismas autoridades que están cerrado el paso a los senderistas en la Serra de Tramuntana en la isla de Mallorca, son las que van a tener que aprobar el proyecto de Cala Blanca.

Las persona que tenemos alguna relación con el mundo subterráneo, geólogos, espeleólogos, arqueólogos etc. ¿Debemos de  implicarnos en esta causa, presionando a las autoridades competentes para que analicen  con detenimiento los proyectos de adecuación de un espacio natural como son las cuevas de una forma respetuosa con ellas, o debemos de permanecer impasibles y ver como en algunas ocasiones las cuevas se  convierten en un eccehomo como el del Cristo de Borja?.


J. Bermejo.



 Entrada de la cueva de Cullalvera Ramales de la Victoria, Santander  (foto J. Bermejo 2012).


  Posible punto de conexión entre la cova de s’Aigo y la de na Megare. en Cala Blanca , Menoría (foto J. Bermejo 2011).